En el interior de Alicante, en la comarca del Alto Vinalopó, a 80 Km. de la Costa Blanca, a mitad de camino entre la costa y la meseta se encuentra: Villena, mestiza mora y cristiana y su impresionante fortaleza del siglo XII: el Castillo de la Atalaya. Desde el Castillo de Villena se vigilaban los caminos que llegaban desde Valencia, Murcia o Castilla La Mancha, mientras se protegía un cruce de caminos, de religiones y culturas, en la línea fronteriza de Castilla y Aragón.
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