Dicen que en Francia sólo hay una ciudad con apellido coloreado, se trata de Toulouse “la ciudad Rosa”. Recibe tan teñido nombre debido al color de los ladrillos de la mayoría de sus edificios antiguos. Mi daltonismo cromático no alcanza ver ese rosa soñado por ningún lado, pero en cambio mi caprichosa discapacidad visual encuentra huellas de color violeta esparcidas por las calles y monumentos de Toulouse.
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